Este martes 7 de noviembre celebramos 128 años de vida democrática, honrando así a los costarricenses que salieron con armas a defender el proceso electoral de 1889.

Tras allanamientos, detenciones e incautación de documentos, a los que se sumaron 18 horas de audiencia, nos encontramos ante uno de los hechos que marcarán la historia reciente del país.

Ante los hechos sucedidos a primeras horas de la madrugada, en Hablando Claro cambiamos nuestra agenda para buscar reacciones que nos permitan comprender la dimensión de las acciones realizadas por el OIJ.

Por su naturaleza, es una de las entidades más delicadas de una democracia. Hurga en las turbulentas aguas sucias del delito y la violencia. Desde los dolorosos casos de femicidio y agresión infantil, hasta las muy diversas facetas del crimen organizado, sin dejar de lado los muy presentes delitos de cuello blanco y la guerra de las carreteras que cobra víctimas todos los días.

Del impacto inicial que le ha provocado la mayor crisis de su historia a un cuerpo colegiado tradicionalmente conservador y reticente en sus manifestaciones hacia la opinión pública, la Corte Plena (máximo órgano de la Corte Suprema de Justicia) decidió tomar el toro por los cuernos. No deja de ser entendible.

Lunes 30 de octubre: un día noticiosamente relevante. La Corte Plena, máximo órgano del Poder Judicial, revirtió una decisión del Magistrado Presidente Carlos Chinchilla que había negado en su día, prestar un criminólogo a la comisión legislativa de créditos bancarios, y lo hizo tras la denuncia que hiciera la diputada Sandra Pizsk en HablandoClaro.