Sandra Cauffman es un torrente de motivación. Uno no puede escucharla y quedarse indiferente.
Y es que desde la sencillez que genera la sabiduría y desde la plena conciencia de saberse un espejo necesario para muchos adolescentes y especialmente para muchas chicas, Sandra Cauffman, la niña pobre que llegó a ser ingeniera en contra de todos los pronósticos y hoy es la Subdirectora de la División de Ciencias Terrestres de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) en los Estados Unidos, cuenta su historia de vida para inspirar, empujar y no olvidar nunca, que todos somos artífices de nuestro propio destino.
Con el incansable motor de vida que fue, es y sigue siendo su mamá que siempre la impulsó, Sandra Cauffman alcanzó las estrellas de un sueño que parecía imposible.
Esta excepcional esposa, madre, hija, hermana y amiga, es la cuarta mujer hispana que alcanza un cargo de altísimo nivel en la NASA.
Orgullosamente, la ingeniera Cauffman es producto de nuestra educación pública. Estudió en la Escuela República de Paraguay de Hatillo; en el Liceo Luis Dobles Segreda y empezó los superiores en la UCR. Pero, es sobre todo, producto de su enorme empeño por superar todas las barreras. La travesía hasta su actual posición, incluye una bitácora plagada de esfuerzo, determinación y empuje que impacta a cuantos la conocen.
Transformada en el más vivo ejemplo de que querer es poder sin importar la clase de sacrificios que se requieran, está de nuevo en el país para compartir un mensaje con mujeres jóvenes en el "Nosotras: Women Connecting" que se realizará el miércoles en nuestra capital.
En Hablando Claro compartimos este martes 14 con la Ing. Sandra Cauffman.
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