Un cuarto de siglo atrás, Lafitte Fernández se desempeñaba como uno de los periodistas más sobresalientes del país. Eran los tiempos del poder indiscutible del Diario La Nación. Investigaba casos de crimen organizado, lo mismo que ejes de corrupción pública. Todo aquello que cayera en la esfera del interés común; todo aquello que el criterio periodístico indicara que debía ponerse en conocimiento de la opinión pública.
Así fue como Fernández destapó el primer caso de señalamiento público contra un importante miembro de una de las dos familias políticas de cepa del país. Una estafa minera de $10 millones. Un caso por el que fue llevado a juicio. También absuelto por demostrar que no había mentido.
La historia es larga. Tanto que se prolonga hasta hoy. La cuestión es que hace 22 años Fernández dejó Costa Rica y se auto exilió en El Salvador.
¿Por qué lo hizo? ¿Por qué está empeñado desde 1982 en seguirle los pasos al hoy ex presidente y precandidato liberacionista José María Figueres?
¿Por qué ahora, justo en la antesala de la convención liberacionista del 2 de abril, Lafitte Fernández publica en capítulos de su último libro Historias Silenciadas? ¿Es lo suyo una obsesión?
Lafitte Fernandez accedió a conversar este lunes 27 con Hablando Claro. Una entrevista sin condicionamiento. Una entrevista desde la independencia del ejercicio periodístico. Libre y Responsable. Sin temores ni dobleces.
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