En el Código Penal, en la Ley de Protección del Consumidor y hasta en su adhesión a la Convención Americana de Derechos Humanos, Costa Rica promulga a voz en cuello que la usura debe ser sancionada. El problema es que al no tener un parámetro que permita definir qué es usura y qué no lo es, en la práctica la usura "no existe" en el país.
Esto tan conveniente para los poderosos agentes crediticios (regulados o no) implica que hay tasas de interés descomunales que tienen ahogados a los acongojados deudores que no terminarán de salir de entuertos ni volviendo a nacer.
Hasta ahora todos los esfuerzos que se han hecho por definir una tasa de usura han chocado contra inmensos paredones. Socialcristianos, liberacionistas y representantes de Acción Ciudadana, a lo largo de varias administraciones han visto estrellarse sus intenciones de fijar topes máximos a las tasas de crédito. Sus brazos han sido torcidos y sus voces acalladas.
Ahora los diputados Welmer Ramos del PAC y David Gourzong del PLN intentan vencer al monstruo de mil cabezas de la usura. Ojo, no es un tope a los intereses de las tarjetas de crédito. Es un proyecto para definir a partir de que porcentaje se tipificaría la usura para todos los que coloquen a crédito. ¿Será que ambos legisladores podrán vencer en esta oportunidad? Conversamos en Hablando Claro con el diputado Welmer Ramos.