La violencia no es lo único que mantiene en vilo a los limonenses. El escepticismo también. Ellos no confían en que la numerosa presencia policial del momento sea suficiente para encarar con éxito la problemática que han vivido una y otra vez a lo largo ya de varias décadas.
Y es que la historia se repite: frente a cada espiral de violencia surge una dinámica de discursos encendidos, más efectivos y más operativos de requisa, pero pocos resultados sostenibles en el tiempo para asegurar la tranquilidad y mejorar la calidad de vida.
El problema del tráfico de estupefacientes y los negocios paralelos ilícitos que produce el lavado de dinero se está enquistado en comunidades que, al igual que Limón, se sienten impotentes, atemorizadas y frustradas porque no perciben que estén disminuyendo los riesgos de vivir entre las luchas de bandas que responden al crimen organizado, sino todo lo contrario.
De esta realidad y del terrible espejo que viven otras sociedades del mundo también permeadas por el narcotráfico conversamos con el experto en temas de Seguridad, Alvaro Ramos Rechnitz en Hablando Claro.
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