La canasta básica está puesta en el banquillo de los acusados. O, dicho de otro modo, el Ministerio de Hacienda al que nunca le toca el papel de bueno en ninguna película, sino todo lo contrario, se gana los epítetos por ponerle impuesto al consumo de brócoli, fresas, zuquini, jamón y pechuga de pavo, arroz y panes integrales, yogurt ligth y hasta al atún y los camarones.
Aunque ciertamente nadie sale en defensa de los camarones, sí hay quienes han pegado el grito al cielo por ponerle carga tributaria al buen brócoli y otros productos saludables como los integrales o los bajos en calorías.
¿Intervienen los valores nutricionales o deberían intervenir en la fijación de las exoneraciones de la canasta básica? ¿Cuáles son los parámetros para definir qué entra y qué se queda por fuera de la exención?
¿Ya está adoptada la decisión definitiva aunque el nuevo impuesto al valor agregado del 13% empiece a regir hasta el 1° de julio?. Dudas y malestares sobre la nueva canasta básica tributaria, con la Directora General de Hacienda Priscilla Piedra.