A partir de mayo todas las niñas de 10 años serán protegidas contra el virus del papiloma humano (VPH). La vacuna -que se aplica en 85 países del mundo- está disponible en Costa Rica desde hace varios años, pero sólo podían obtenerla las niñas de progenitores con suficiente poder adquisitivo y la información necesaria para priorizar la inversión. Ahora es el Estado el que la suministrará a las niñas de todas las condiciones socioeconómicas mediante la inclusión en el esquema básico de inmunización.
La verdad hay que celebrar este logro, sin dejar de observar que este paso tomó mucho tiempo. En la vecina Panamá, por ejemplo, la vacuna contra el VPH se incluyó en el cuadro nacional desde hace más de una década. Aún más, desde 2016 se le pone también a los niños. Y es que hoy se sabe que el Virus de Papiloma Humano es responsable no sólo del cáncer cérvico uterino, sino también de muchos otros tipos de cáncer, incluyendo orofaringe, vulva, pene y ano.
¿Por qué vacunar a las niñas desde antes del inicio de su vida sexual? ¿Por qué abordar éste y otros temas de la salud sexual y reproductiva de las niñas, adolescentes y mujeres en general es determinante para asegurar también el acceso a los derechos de educación y a las mismas oportunidades de inserción laboral en un mundo cada vez más exigente en capacidades y habilidades?
En conmemoración de la semana del Día Internacional de la Mujer conversamos en Hablando Claro con la ex Ministra de Salud, María Luisa Ávila y con la Directora del Área de Niñez y Adolescencia de la Defensoría de los Habitantes, Kathya Rodríguez.