El mandatario republicano partió el martes al escenario en el que pretendía lucirse en el segundo encuentro con su nuevo amigo el norcoreano Kim Jong-un. La cuestión es que la tarareada cumbre nuclear resultó ser un gran fiasco. Sólo un show mediático diplomático más. Un mal show.
El periplo ciertamente ya estaba superado por la explosiva comparecencia el miércoles de Michael Cohen en el Congreso. Fueron siete horas de declaraciones en las que el exabogado de Trump hizo afirmaciones que más allá de denigrar la imagen del Presidente de la potencia norteamericana, también podrían constituir eventuales delitos. Y aunque en el panorama algunos opositores agitan nuevamente la bandera del juicio político, se trata de un arma tan peligrosa que no parece todavía que pueda ser activada.
Lo cierto es que la Cumbre de Hanoi lejos de acuerdo alguno provocó un nuevo disgusto a los estadounidenses puesto que Trump cruzó una línea roja al declarar que le creía a Kim cuando le dijo que desconocía las torturas a las que fue sometido el estudiante Otto Warmbier, quien murió en los Estados Unidos luego de regresar de Corea del Norte luego de estar preso durante 17 meses por el único "delito" de haber quitado un cartel en el que se exaltaba la figura del dictador norcoreano.
Hacemos un repaso de ésta porción de la actualidad internacional, sin dejar de observar lo que sucede muy cerca en la vecina Nicaragua, donde la liberación esta semana de un centenar de presos políticos dio paso al reinicio de conversaciones entre el gobierno y la oposición. Acompáñenos para el análisis junto al politólogo Alejandro Barahona.