Imagen: The Economist Intelligence Unit
Democracia plena. Eso somos. Aunque algunos se resisten a aceptarlo porque encuentran en las innegables debilidades o carencias propias de todo quehacer humano, razones suficientes para rechazar la calificación de la publicación británica The Economist, lo cierto es que Uruguay y Costa Rica son los únicos países de América Latina que integran hoy el club de las 20 democracias plenas del mundo.
El promedio de 8.07 de nuestra calificación para acceder al selecto grupo es el resultado de cinco factores: participación política (6.67) funcionamiento de gobierno (7.50) procesos electores y pluralismo (9.58) cultura política (7.50) y libertades civiles (9.12).
Pero como sabemos, la democracia es una planta delicada. Mejoramos este año y logramos ascender desde la calificación de sistema imperfecto a pleno y mantenernos en ese sitial requiere trabajo constante en rubros en los que es evidente debemos optimizar aún más nuestro desempeño: particularmente en participación política y cultura política y por supuesto, también en cuanto al funcionamiento del gobierno.
Conversamos sobre el Indice y nuestras responsabilidades como ciudadanos demócratas con el Dr. Carlos Murillo Zamora, relacionista internacional y experto en políticas públicas.