En la partidocracia este fue un fin de semana intenso. Muy intenso. Se escogieron candidatos al próximo Congreso en varias agrupaciones políticas. Todo muy significativo y por demás simbólico a los efectos del próximo proceso electoral. Si, es que estamos en puertas de un nuevo torneo y si no fuera por la puja para y por las designaciones, no nos daríamos cuenta.
Faltan menos de dos semanas para que el Tribunal Supremo de Elecciones convoque oficialmente a ese torneo del primer domingo de febrero próximo en el que elegiremos Presidente, Vicepresidentes y 57 nuevos integrantes al Congreso. Pero este setiembre no se parece en nada a aquel noveno mes de 2013 cuando ardía la campaña.
Hoy no. Hoy no es posible sustraernos a la dinámica de los acontecimientos políticos del Poder Judicial. Quienes filtran información, dieron cuenta este fin de semana que un grupo de magistrados le solicitaría al Fiscal General hacerse a un lado (es decir, proceder con la jubilación antes que termine su segundo mandato) para intentar apaciguar las aguas.
Es obvio, el asunto incómodo del cemento está fresquísimo, muy lejos de secar.
Pero el de las pugnas políticas, por más que lo intenten disimular, también golpea a los partidos a lo interno – porque como bien se sabe desde siempre- en política casi todos los enemigos están adentro. Queriéndolo o no. Con disculpas o sin ellas. Lo notorio de la jornada, por supuesto fue la disculpa pública del candidato Carlos Alvarado para ese “alguien” que es autor ni más ni menos que de la ruptura del bipartidismo en el país. Habrá muchos resbalones en esta inusual campaña. Y ya empezaron. Y nadie parece que se salvará.
Con el politólogo Rotsay Rosales Valladares, Alvaro Murillo y Vilma Ibarra repasan la coyuntura de este largo fin de semana en Hablando Claro.