Mientras países como Brasil, o Japón optaron por rechazar radicalmente la inserción de la plataforma de transporte Uber en la economía, muchas urbes del mundo como Nueva York, Ciudad de México, Londres o Calcuta, optaron por su regularización. Aquí, en nuestro país ni una cosa, ni la otra.
Desde el momento en que la aplicación hizo su aparición puso en pie de guerra a los taxistas formales, pero eso no impidió que creciera como la espuma. A la fecha los choferes de Uber se cuentan entre los siete y los 13,000. Y eso se entiende fácilmente porque en tan solo siete meses el contigente de usuarios se duplicó, pues según El Financiero, de 225.000 en julio del 2016 pasaron a medio millón en enero del 2017.
De las manifestaciones pidiendo al gobierno intervenir el espacio cibernético (como en China) para frenar el funcionamiento de Uber hasta amenazas y agresiones a los autos y a los propios choferes de la plataforma, la situación tirante entre gremios y sus fuerzas de apoyo, ha mostrado a las autoridades incapaces de hacer frente a una situación compleja de legalidad interna por un lado y de modernización imparable de la vida global por otro: ni más ni menos que la llamada "uberización de la economía".
Desde su creación en 2009, la empresa fundada por Travis Kalanick fue ganando terreno hasta expandirse en aproximadamente 334 ciudades de 59 países; generando a su paso todo tipo de conflictos con otros sectores de transporte público y poniendo en jaque la legislación de cada país.
Ahora, que el Ejecutivo reiteró que las actividades de la multinacional en el país carecen de validez legal y anunció que intensificará acciones para perseguir a quienes presten ese servicio, pero además advirtió a las empresas asociadas que no deben hacer alianzas con Uber, el diputado Franklin Corella de la propia bancada oficialista, pide nuevamente al gobierno poner sobre la mesa de discusión un proyecto de ley que regularía el servicio de transporte público a través de plataformas tecnológicas. Es decir, propone ir un paso adelante para regularizar actividades de la economía digital.
Desde el 2015, Corella presentó el proyecto de ley bajo la figura de “movilidad colaborativa”, que cubriría también a otras plataformas tecnológicas que cobran gran vigencia en la oferta de otros servicios, como el muy conocido de hospedaje, Airbnb.
De la urgencia de una regulación que permita el desarrollo económico bajo el marco de la legalidad frente a condiciones socio políticas muy complejas, conversamos con el diputado Franklin Corella, este lunes 28 de agosto a partir de las 8 a.m. en #HablandoClaro por Radio Columbia 98.7 F.M.
