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No es que hasta ahora se enciendan las luces de alarma. De hecho estaban parpadeando desde hace mucho. Pero no queríamos volver a verlas. Tal vez por miedo a encandilarnos. O tal vez por estar aferrados a esa idea tan nuestra de esperar a que aclaren los nublados del día...
Lo cierto es que el país (no el gobierno) afronta una complicada situación de liquidez financiera. Con el anuncio hecho público en vísperas del feriado, el Presidente Luis Guillermo Solís llamó la atención de la ciudadanía ante un problema "que dificulta el pago de obligaciones y la garantía de que se mantengan operando servicios esenciales".
Esta situación, que tiene sus orígenes varias administraciones atrás, es producto de malas decisiones políticas de gestión de los ingresos y egresos del Estado, que hoy ponen en jaque nuestra endeble estabilidad económica, lo que afectará inicialmente a quienes tengan menos recursos, pero a la larga nos salpicará a todos.
Tampoco es posible soslayar que este anuncio tendrá efectos en la inversión internacional, piedra angular de nuestra apuesta de crecimiento de las últimas décadas.
Para paliar la situación el Ejecutivo ordenó varias medidas. Ordenó a la Tesorería Nacional priorizar los pagos del gobierno central para poder atender la deuda pública, los salarios y las pensiones con cargo al presupuesto. También anunció crecimiento cero en el plan de gastos del 2018 para aquellos rubros que no sean legalmente obligatorios.
Por supuesto no faltaron las voces de recriminación. Porque, no hay que olvidar: estamos ya en la antesala de la campaña electoral. En todo caso: ¿serán suficientes las medidas anunciadas? ¿hasta dónde podrá el país capear ésta crisis sin aprobar los nuevos impuestos?
De este delicado tema conversamos con el Viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez y el economista Juan Muñoz este jueves 3 de agosto en Hablando Claro.