"Crimen organizado vrs autoridades (policías y sociedades) desorganizadas". Esta vieja sentencia formulada décadas atrás por el juez italiano Giovanne Falcone, le cae hoy como anillo al dedo a muchos países que sufren los embates de la delincuencia transnacional. Esa que tiene todos los recursos, ningún escrúpulo y menos marcos delimitatorios del estado de derecho para actuar. Por supuesto, también a Costa Rica.
Terminamos una semana intensa, marcada en el calendario por un doble asesinato frente a una escuela en Escazú. Una semana llena de señalamientos y recriminaciones entre diferentes autoridades que lejos de llevar calma, producen mayor desconcierto entre los ciudadanos.
Muchas inquietudes e interrogantes sin respuestas satisfactorias. ¿Se pudo haber actuado antes?
¿No se toman decisiones por desidia, por ocultamiento y porque el sistema están tan entrabado que pierde eficacia?
¿Por qué se percibe tanta desarticulación en los esfuerzos?
¿Es un problema de inteligencia policial?
¿Es un problema de los jueces?
¿Es un problema básicamente de prevención? ¿Podemos lamentarnos hoy de lo que no hicimos ayer ?
¿Cómo enfrentar esta ola mafiosa de violencia?
Mientras todas las preguntas flotan en el ambiente, las autoridades de diversos cuerpos policiales y políticos alzan las voces pidiendo más recursos, más leyes y hasta trasladando responsabilidades a otros para no cargar con el pesado fardo del costo que implica el aumento de la criminalidad.
¿Cómo traer calma y mesura al debate?
Lo urgente, pareciera, es definir qué es lo que sucede con la política pública del Estado respecto del tema de seguridad e inteligencia contra el crimen organizado. Abordamos el tema con el ex Fiscal General de la República, Francisco Javier Dall'Anese Ruiz, este 19 de mayo en Hablando Claro.
Escuche acá este programa