La teoría dice que todo comunica y la práctica política lo confirma, sobre todo en gobiernos que se nutren de la imagen personalista de su líder.
Es así como hay un mensaje que se pretende enviar cuando el presidente Rodrigo Chaves va a los barrios golpeados por las inundaciones y su comunicado de prensa da el relato de un acto casi heroico, cuando por la emergencia decide cancelar su presencia en la Asamblea General de Naciones Unidas y cuando defiende a toda costa a su ministro de Transportes ante los cuestionamientos sobre la apertura de la carretera Cambronero horas antes de la dolorosa tragedia del sábado con nueve personas fallecidas.
También comunica, cómo no, el manejo del reciente aumento salarial a empleados de la CCSS, las advertencias sobre la junta directiva y la destitución que finalmente concretó sobre el presidente institucional, Álvaro Ramos, de una vez reemplazado por Martha Esquivel, que deja vacante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Otro directivo de la CCSS renuncia en solidaridad con Ramos, gremios internos anuncian medidas de presión, un foco de crisis parece instalado en la entidad que, además, recibe de Chaves un adjetivo nuevo y atrevido: "quebrada".
Independientemente de la atención de las emergencias, de la responsabilidad sobre nuestra descuidada infraestructura, de la situación financiera de la CCSS, o de la justicia salarial, los relatos políticos suelen constituirse en hechos para la comprensión de la población; por eso conviene abordar el momento político desde lo fáctico y desde los mensajes, contexto incluido.
Con Iván Barrantes, publicista de la política y estratega de campañas conversamos en Hablando Claro.