Pasado el fin de semana largo del Día de las Madres, el martes asoma lleno de hechos relevantes. Al menos los previsibles.
Estudiantes, profesores y administrativos de las cinco universidades públicas del país caminan desde distintos puntos del centro del área metropolitana a la Casa Presidencial en Zapote para demandar un avance en el necesario acuerdo para dotar de financiamiento el año próximo al Fondo Especial de Educación Superior, FEES.
Visto desde afuera, todo hace indicar el gobierno no calibró bien ni la estrategia ni la táctica respecto de la negociación. Primero, le dio demasiadas largas al inicio de los encuentros y ello no solo incrementó la expectativa y la impaciencia, sino que se tornó en una muestra de displicencia respecto de la importancia del asunto. Lo que, obviamente, no presagiaba el mejor clima. Luego, una propuesta sobre la mesa con un recorte de casi una cuarta parte del presupuesto, y, como si fuera poco, una narrativa (una más) de polarización respecto de que la asignación universitaria será “a costas” de la retribución a los otros niveles de la educación. Malas señales.
Así que en plena celebración de los primeros 100 días de gestión este martes, compartiremos los anuncios del Ejecutivo sobre la ruta fiscal -entendemos que de corto plazo- con la marcha universitaria.
Mientras tanto, la Asamblea Legislativa, que a poco empieza a aceitar sus engranajes, debatirá en la Comisión de Asuntos Económicos de qué tamaño y cómo se hará la asignación de los necesarios eurobonos para hacer frente al pago de los vencimientos de deudas que se sucederán año tras año a partir de enero próximo.
De estos y otros temas conversamos con el Dr. Carlos Murillo, doctor en gobierno y políticas públicas y relaciones internacionales y Director del Observatorio del Desarrollo de la UCR.