Valiente para haber ido a la guerrilla en su día y más valiente hoy para abrazar la paz. Así se refiere el politólogo Constantino Urcuyo Fournier al nuevo presidente suramericano Gustavo Petro. Un exguerrillero, un activista, un defensor de derechos de las minorías.
Colombia inició este domingo un camino histórico con la palabra esperanza a flor de piel, con el liderazgo inspirador de un hombre que lleva sobre sus espaldas la obligación de generar verdaderos cambios en las políticas públicas de este país hermano de 51 millones de habitantes, el segundo más desigual de nuestra desigual América Latina y el sétimo del mundo.
“El primer presidente de izquierda. La primera vicepresidenta afro. La primera vez que el progresismo tiene mayorías en el Congreso. Nadie tan ajeno a las élites políticas había llegado al poder, mucho menos un exguerrillero y un activista ambiental”, resumido así por BBC News.
El problema, como suele suceder en estos tiempos convulsos para las democracias, es que las expectativas respecto de su gobierno son elevadísimas y pasados los festejos por el cambio histórico vendrán las realidades, que no son otras que las de las demandas sociales y políticas inmensas e impacientes de los colombianos. Con Constantino Urcuyo hacemos nuestro Hablando Claro.