Los tiempos volátiles e inciertos complejizan el ejercicio político y hacen que se valoren mucho más las cuotas de confianza popular cuando las hay, el favor de actores políticos y sociales que gravitan alrededor de los poderes formales e incluso el rol de los contrarios.
Eso vive el político de nuestro pequeño país, tanto como el líder de la mayor potencia del mundo, sabedores de que el ejercicio del equilibrismo en el poder implica la necesidad de asumir riesgos y procurar sostenerse en el tiempo; lo cual conlleva retener el poder cuando no incrementarlo.
Importan las capacidades propias de desempeño de quienes gobiernan, pero obviamente el contexto también resulta determinante. Cada vez más los eventos dependen de factores ajenos a las manos de un solo actor poderoso, condición básica de lo imprevisible que resultan escenarios tan cambiantes como inestables.
Con esas premisas miramos el terreno político que, a diferencia del económico, parece extremadamente favorable al gobierno de Rodrigo Chaves en sus primeros 100 días, pero también la arriesgada visita que hizo este martes a Taiwán la presidenta del Senado de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ante el desagrado de la gran China que ve a la isla rebelde como suya. Aumentan las tensiones, como si faltaran en el tablero geopolítico.
Con Agustín Gómez y Carlos Murillo, ambos del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica, hacemos con doble lente nuestro Hablando Claro.