Coincidimos en que nunca habrá suficientes calles para tanto autotomor y que la red de transporte público, tanto como el trazado de las rutas es deficientísima, sin que haya señal alguna de cambios sustantivos en el futuro cercano.
Un sistema de trenes es, por tanto, la vía posible para desahogar el área metropolitana, reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de quienes viajamos a diario. Todos de acuerdo.
Pero la discusión empieza cuando preguntamos ¿cuál proyecto de tren, a qué costo y cómo implementarlo? Es parte de lo que argumentó (formas aparte) la administración Chaves Robles para desechar el plan que se impulsó en el gobierno Alvarado Quesada, aunque ahora la aspiración desde el MOPT es recuperar una propuesta previa de la Administración Solís Rivera con un alcance mucho más acotado y un esquema de financiamiento que tampoco suena a regalo.
¿Borrón y cuenta nueva? El planteamiento está aún en ciernes, quedan muchos años por delante para ver la probable ejecución de este proyecto, pero conviene conocer la ruta que se fija el Instituto Costarricense de Ferrocarriles, INCOFER. Con su presidente, Mario Arce.