Se sabía que el turismo era una de las industrias que más tardarían en recuperarse del golpe de la pandemia, que nuestro destino (Costa Rica) contaba con enormes ventajas comparativas y que la reactivación de miles de empleos dependía también de los nuevos factores de la economía mundial.
Por eso parece bueno el dato de 1.2 millones de visitantes en el primer semestre del año actual, casi 71 % de lo registrado para ese mismo periodo del 2019 (prepandémico) y la mitad de lo proyectado para el 2022 completo.
No se trata, sin embargo, de volver a lo que había antes de la pandemia. Nada más irrealista. Hay intereses diferentes de los potenciales viajeros, economías alteradas y también tendencias aceleradas como esa que llamamos "nómadas digitales", a los que Costa Rica apunta con entusiasmo con una ley recién reglamentada.
Los ángulos para mirar el turismo son muchos y todos vigentes, incluida la imagen del país 'Pura vida' y su compromiso de protección de la naturaleza, un punto crítico. Al frente de todo ello está el nuevo ministro William Rodríguez, un veterano de la industria, con quien conversamos en Hablando Claro.