Cuatro meses atrás, allá por marzo, los precios especulativos de las materias primas (petróleo, cobre,alimentos) se disparaban en el mundo como consecuencia del inicio de la invasión a Ucrania. Ahora el proceso es a la inversa. Desinflación en los precios de esos productos básicos por desaceleración de la demanda, explicada obviamente por el ajuste de la oferta de los mercados; lo cual, según los especialistas, era esperable.
Lo que no baja aún es la inflación generalizada. Como sabemos, en nuestra pequeña economía llegamos a los temidos dos dígitos el último mes con 10.1 % del flagelo, lo que no teníamos desde hace 13 años. Estados Unidos anunció también esta semana, que llegó al 10 %
Eso en lo coyuntural. En lo inmediato. Pero más allá en el horizonte, el tres veces presidente del Banco Central urge que el país se establezca metas de largo plazo para poder enmarcar las decisiones de hoy en ese futuro. De acuerdo con don Eduardo Lizano, en una entrevista al diario La Nación, Costa Rica debería aspirar a convertirse en un país de renta alta en el 2050 para hacer parte del grupo de las 25 naciones más prósperas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE.
¿Será que somos capaces de hacer ese planeamiento y proponernos un norte tan ambicioso? ¿No estaremos demasiado enfocados en los distractores nuestros de cada día? Conversamos con el economista José Luis Arce.