Se está cocinando un nuevo arroz… Y todos estamos a la espera de su sazón.
El gobierno bautizó el platillo como “La Ruta del Arroz” en el entendimiento de que reducir el precio del alimento más popular de la mesa de los costarricenses, no era posible hacerlo -como se lo propuso inicialmente- en una sola estación el mismo 8 de mayo.
El caso es que entonces se anunció el inicio del camino esta semana con una modificación vía decreto al arancel de importación, de modo que el gravamen bajaría 30% y quedaría apenas en un 5%. La medida, que fue celebrada por los importadores y los consumidores, es motivo de preocupación para los productores; tanto que la Cámara de Agricultura y Agroindustria vaticinó que la “ruta del arroz” podría borrar del mapa la producción nacional.
Y de acuerdo con el especialista en la materia, el economista agrícola Víctor Umaña, tal vez no estén equivocados los que pugnan por proteger la producción nacional. ¿Por qué? Pues resulta que no hay nada tan complejo como el arroz, tanto que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, se trata del producto más distorsionado del mercado mundial y por eso los países productores y consumidores tienen en el arroz los aranceles más elevados del globo.
Por una parte, de acuerdo con Umaña, “el arroz se consume principalmente en los países donde se produce y entonces el mercado internacional es pequeño. Solo como referencia, China e India, que representan más de un tercio de la población mundial, suministran más de la mitad del arroz del planeta, por lo que pequeños cambios en la producción y consumo en estos países, generan impactos enormes en el comercio internacional”.
Pero hay además otras consideraciones sensibles de producción mundial respecto del arroz y para poder llegar a la ansiada meta de reducir el precio al consumidor, asegurando al mismo tiempo el abastecimiento (que debe ser-claro está- permanente) habrá que dar pasos con muchísimo cuidado. De todos esos factores conversamos con el economista agrícola Víctor Umaña Vargas.