Un cúmulo de señales nos permiten ir vislumbrando de a poco -pero cada vez con más claridad- el estilo de la nueva administración gubernamental.
La toma de control no ha sido fácil para un equipo que -en la mayoría de los casos- no se conocía y con fichajes que -también en no pocos casos- debió integrarse con profesionales y académicos que no habían tenido relación con el manejo de la cosa pública y sus insondables complejidades. El mismo mandatario, que había dicho en su día que nunca argumentaría ingobernabilidad para no tomar decisiones, recalculó sus apreciaciones al señalar -con el eco legislativo de su jefa de bancada- que los mandos medios le están obstaculizando la tarea. No precisó si son esos mismos controladores de las instituciones públicas los que no le permiten rebajar el precio del arroz -como lo prometió- aunque claramente el lunes lanzó indirectas a quienes impiden la ansiada rebaja.
A pesar de ello, el mismo señor presidente dice (y dice bien) que los problemas no son para quejarse de ellos, sino para resolverlos. Por eso, todo hace indicar que tendrá que reconsiderar su determinación de no romper la regla fiscal, dado que se necesitan con urgencia dineros extras para mantener en el segundo semestre del año todos los programas de protección para 3.557 niños y adolescentes en vulnerabilidad social.
Lo que sí se logró ya fue que ARESEP decretara una rebaja de 100 colones en el litro del diesel. Lo que sí se pudo también (y eso cuenta y es lo más destacado) fue que el país clasificara al Mundial de Qatar y eso es algo que favorece en cualquier tiempo a cualquier mandato. Otra nota positiva es la intención de diálogo y apertura que muestra la Casa Presidencial “con pizzas para todos” como lo confirmó un comunicado oficial en días pasados. Énfasis especial ha tenido en este empeño el proyecto de jornadas 4-3.
Claro que hay de todo como es usual y el estilo de gobierno está tomando forma también desde el inicio con el cobro de facturas. Ha habido destituciones en Comex, Hacienda, Sinart, el ICE y otras entidades por donde va pasando la renovación de piezas.
Para algunos de los integrantes del gabinete, el presidente Chaves Robles es más un gerente y su idea es conducir al Ejecutivo más como una empresa. ¿Es eso posible?
Y como nota a pie de página, un capítulo sorpresivo y sorprendente se produjo este jueves cuando don Rodrigo Chaves dejó de lado sus funciones y se apersonó a la fiscalía general para documentarse acerca de una acusación en su contra. No se supo mucho de la situación particular, pero obviamente fue todo un revuelo, incluida la movilización de medios que se produjo. Oficialmente, si se sabía que el mandatario tiene dos expedientes en curso por los temas del manejo del financiamiento de su partido en la campaña electoral y sin duda, dados los tiempos que corren, acumulará más a lo largo del cuatrienio. Recordemos que el ahora expresidente Carlos Alvarado terminó con al menos una decena de acusaciones penales.
Con Jesús Guzmán, del Centro de Investigaciones Políticas de la Universidad de Costa Rica, analizamos las primeras seis semanas de la actual gestión.