Cuando creímos que nuestra Seguridad Social había sido probada al límite con la atención de la pandemia, un ataque cibernético obliga ahora a declarar una emergencia institucional.
Y, al igual que con el SARS-CoV-2, muchos ciudadanos ya sufren las consecuencias del ataque informático, y todos somos potencialmente víctimas de sufrirlo. Si, todos. Porque el principio de universalización y solidaridad de nuestro seguro social, nos incluye a todos los que eventualmente podríamos requerir de sus servicios.
Lo cierto es que esta vez no hubo tiempo de prepararse para una emergencia que obligó a bajar todos los sistemas informáticos de la institución. Por ventura, algunos servicios extremadamente sensibles como la radioterapia que proporciona tratamiento a 320 pacientes por día en el Hospital México solo se interrumpió por 24 horas Una vez constatada la pureza de la red, el servicio se normalizó. También operan los servicios de quimioterapia en todos los centros médicos que habitualmente proporcionan este tratamiento. Tampoco se interrumpieron las cirugías del Centro Nacional de Rehabilitación De igual manera servicios como odontología, psicología y nutrición operan al cien por ciento, las farmacias trabajan con tinta y papel en la recepción y despacho de medicamentos, lo mismo que los laboratorios. Todo exige mucho empeño para cumplir con la directriz de mantener la atención de citas programadas.
Claro, los procedimientos quirúrgicos que requieren antecedentes e interpretación diagnóstica para poder realizarse, han debido suspenderse, aun cuando se mantiene una alta prioridad para atender las cirugías de embarazadas, niños y anticoagulados.
Otros grados de alteración tienen que ver obviamente con los trámites de pensiones y uno muy sensible que es el de incapacidades y licencias por enfermedad y maternidad que deben hacerse en papel y se estima que sí sufrirán retrasos en el pago.
La vulneración a los sistemas de la Caja se produjo desde muchas semanas antes del violento ataque del martes en la madrugada y sus efectos van dejando al descubierto que probablemente no solo habrían robado información, sino incluso hasta alterado expedientes de pacientes.
Terminamos nuestra semana Hablando Claro con un balance del ataque y lo hacemos con el Dr. Randall Álvarez, Gerente Médico de la Caja Costarricense de Seguro Social.