La transferencia democrática del poder político tenía una parada obligatoria este domingo en la Asamblea Legislativa. Los 57 nuevos diputados ocuparon sus curules y eligieron al Directorio que convivirá con el gobierno de Rodrigo Chaves a partir del domingo próximo.
El dominio opositor se materializó en la conformación de ese directorio que, sin embargo, abrió un espacio para la bancada oficialista que desde el principio de la jornada dio señales de acuerdo al dar sus votos para que el liberacionista Rodrigo Arias tomara la Presidencia, como era ya esperable.
Arias Sánchez llega a una curul 36 años después de ejercer una semana como diputado, en el gobierno de su hermano Óscar, y 85 años después de que su abuelo también ejerciera la Presidencia legislativa. Hoy asume su rol como una figura de contrapeso ante el gobierno de Chaves, que ha prometido combatir la política tradicional; una sentencia que no se sabe aún en qué consiste exactamente.
El experimentado político adoptó de inmediato un mensaje de urgente negociación y búsqueda de acuerdos ante la alta diversidad y dispersión política. “Nuestro gran desafío histórico es lograr los consensos difíciles para dar grandes giros de timón”, dijo en su primer discurso.
La primera sesión de la nueva Asamblea Legislativa deja muchos elementos para el análisis y no todos quedan captados en los titulares. Con el politólogo Daniel Calvo, cercano observador del acontecer en Cuesta de Moras, ponemos detalle y contexto a los hechos y los mensajes de la jornada.