En dos meses estaremos estrenando nuevo gobierno. Pero mientras llega a su final, la Administración Alvarado Quesada no parece perder tiempo en concluir con lo que el mandatario denomina la tarea de dejar la casa en orden. Apenas el lunes una lujosa mayoría de 39 diputados (increíble en plena campaña) aprobaba en segundo debate la muy postergada Ley de Empleo Público y el gobierno le dio el ejecútese el martes. Al tiempo que anunció el envío de iniciativas al Congreso para paliar el sufrido aumento en el precio de los combustibles por la crisis de la guerra en Ucrania, el Presidente Alvarado dejó de lado el estoicismo y lanzó dardos contra los sindicatos que lo han adversado. “Política de chantaje” fue la forma en que calificó la guerra que recibió un proyecto que tardó en trámite tres años y que formaba parte de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas aprobada en 2018 y que el Fondo Monetario Internacional estimó dos años después, constituía un prerrequisito para avanzar en un acuerdo como el que ahora será motivo de revisión y podría implicar el segundo desembolso del empréstito de $2.750 para equilibrar la Hacienda Pública.
Así que mientras Legislativo y Ejecutivo se encaminan por la senda de sus últimas semanas, la campaña electoral no deja de transitar por sobresaltos: en Progreso Social Democrático el tema del financiamiento previo a la fase formal de inicio de contienda en octubre pasado, ha dejado una estela de humo que no terminará de aclararse sino hasta que se ausculten por parte del Tribunal Supremo de Elecciones no solo las contabilidades, sino también las propias denuncias desde lo interno de la divisa de Chaves y Cisneros que siguen confiados en que nada podrá opacar la solidez de su avance en las encuestas.
Y en las tiendas liberacionistas, el remezón vino por el lado de un inesperado y no anunciado viaje del candidato a República Dominicana. Figueres, quien salió con su tesorero de campaña el domingo por la noche y regresó al país 24 horas después, elaboró este martes explicaciones poco convincentes respecto de los motivos para haber realizado el vuelo relámpago en plena fase final de una contienda que no lo favorece. La estela del viaje -sin duda- tendrá sus repercusiones por lo menos de imagen política por una absurda falla de estrategia de la campaña... O vaya usted a saber, acaso por un empecinamiento del mismo candidato.
Con el politólogo Sergio Araya conversamos a media semana sobre la coyuntura local de fin de gobierno y antesala de segunda ronda.