La información abunda como nunca y aun así no basta para dimensionar el horror humano del ataque ruso en Ucrania, donde oficiales y civiles resisten en desventaja para evitar la caída de Kiev en el quinto día desde el inicio de los bombardeos.
Pero las guerras -independientemente de la época- presentan factores que permiten comprender cómo se desarrollan y qué fuerzas poderosas involucran. En esta coyuntura por ejemplo, Europa y EEUU, o la musculosa mano de China que también tiene mucho que decir sobre Rusia.
Todos estos actores juegan sus cartas, entre sus propios intereses, las presiones económicas y los llamados (genuinos o no) para una negociación entre Moscú y Kiev. Esta es la puerta que parece abrirse a pesar del escepticismo, pues todo depende de las circunstancias, y una de ellas es la temida carta nuclear que ya deslizó Putin sobre la mesa. El espacio para el eventual diálogo en territorio de Bielorrusia (aliada del Kremlin), fue la noticia del fin de semana y el resquicio para avanzar hacia una salida que detenga los tristes conteos de una guerra.
Con el doctor Constantino Urcuyo, politólogo y estudioso de la geopolítica, comenzamos nuestra semana en Hablando Claro.