Aparte de la sorpresa del resultado del domingo 6 de febrero (producto de la lógica del juego de “reglas claras, resultados inciertos” de una democracia electoral que se precia de serlo) el proceso transcurrió con absoluta normalidad.
La misma noche de la elección, y acaso más temprano de lo que esperábamos, los perdedores reconocieron su derrota cediendo el espacio a los vencedores. Tan natural y usual que ni siquiera hablamos de ello. Ahora el TSE lleva una semana escrutando juntas receptoras de votos y parte sin novedad alguna. Ni una sola impugnación, ni un solo reclamo.
Acaso lo que más ha dado de qué hablar -porque nos importa- es el elevado ausentismo que aún estamos digiriendo y que, no tenemos idea de si aumentará o no en la segunda vuelta; aunque muchos ya advierten que es posible que se incremente.
Con todo, el proceso mereció elogios y reconocimientos de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos que en su informe preliminar nos urgió (de nuevo) a resolver cuanto antes los vicios y problemas del financiamiento electoral, habida cuenta de “la necesidad de romper la dependencia con el sistema bancario y establecer modalidades de financiamiento público directo e indirecto (franjas en los medios para propaganda)”. Por otra parte, aun cuando resaltó que a diferencia del 2018, esta vez el discurso de odio no alcanzó el preocupante nivel registrado entonces, si constató con preocupación “la violencia de los mensajes en las redes sociales especialmente dirigidos contra mujeres políticas y candidatas”.
Aprobar un proyecto de ley para tipificar esa violencia si bien no depende en absoluto del TSE sí va en la dirección de impulsar conjuntamente y cuanto antes varias reformas como las aludidas por la OEA y otras como la de inscripción y desinscripción de partidos políticos o la más profunda de replantearnos como sociedad la forma de elegir a nuestros diputados.
Con Gustavo Román Jacobo, asesor político del Tribunal Supremo de Elecciones hacemos repaso obligado de la primera ronda y de la que viene el domingo 3 de abril.