Asistimos a una campaña electoral que luce -por calificarlo de alguna manera- difusa. Queremos que algo ocurra o que se nos muestren señales más concretas, para facilitar la ardua decisión electoral. Pero ya faltan 20 días y la oferta es la que hay. Queda ver cómo responden las candidaturas en las entrevistas y los debates de cierre, aunque parece muy probable que llevemos la indecisión hasta las horas previas al domingo 6 de febrero.
Muchos decimos que buscamos votar por la mejor opción, o la menos perjudicial, aunque entran a jugar elementos como el "voto útil", según lo que muestren las encuestas para la desembocadura de la campaña, las que ya conocemos y las que conoceremos en estas semanas. Ahí es donde la competencia por la Presidencia parece cerrarse entre cinco nombres, aunque recordando que hay cientos de miles de votos flotando y todas las apuestas son arriesgadas.
Corresponde mirar la disposición al voto, el perfil de la población indecisa, los rasgos de quienes simpatizan con cada candidatura y, por tanto, los duelos que entre ellos pueden ocurrir para ver quiénes acceden a la muy posible segunda ronda de abril. En la mira están sus propuestas, sus talantes, sus partidos y, por supuesto, sus cuestionamientos.
Todo ello sin desdeñar la elección legislativa, donde los nublados se observan más densos que en la presidencial para siquiera acercarse a la posible ocupación de los 57 escaños en el cuatrienio 2022-2026. Conversamos en Hablando Claro con Jesús Guzmán, politólogo y estadístico del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR.