Decir que los tiempos han cambiado es una completa obviedad. Lo que antes constituía una costumbre hoy resulta inaceptable. Y a la clase política (dicho así en términos generales, aunque excepciones hay, por supuesto) le está costando comprenderlo.
Por eso la campaña electoral pareciera emerger de los libretos de cuatro o cinco décadas atrás. Por eso, los legisladores se enfrascaron por días en fraguar acuerdos bajo la mesa para irse de vacaciones pagadas un mes entero hasta que fue tanto el repudio público que tuvieron que dar marcha atrás. Por eso aun cuando muchos decían estar a favor de prohibir la reelección indefinida de alcaldes lo cierto es que desde la poderosa (aunque cada vez más venida a menos) Unión de Gobiernos Locales (UNGL) se fraguaba el boicot al proyecto por supuesto con alianzas en Cuesta de Moras.
El Congreso tuvo que tomar cucharadas amargas de sus medicinas. Anunció que daba marcha atrás con el empecinamiento de las vacaciones de enero, y con la detención del Alcalde Corredores (¡uno más!) envuelto en el escándalo de una célula de narcoatividad, y las develaciones de las maniobras desde la UNGL, corrieron a anunciar el apoyo (¿ahora sí?) a la prohibición de reelección indefinida de los alcaldes. Reelección que está dejando expuesta la fractura del profundo daño que se ha causado con esa práctica de vieja data a la institucionalidad democrática. Repetimos, lo que antes era “normal” hoy no lo es. Pero unos alcaldes con 30, 20 o 15 años en el puesto, fueron incapaces de entenderlo y el declive de sus propios partidos políticos, tampoco ayudó. Todo lo contrario.
Mientras tanto, un Ejecutivo que se percibe ya de salida, ha dejado al presidente Alvarado libre de amarras y, por tanto, con la soltura de decir lo que quiere y casi casi cuando quiere. Este martes desafió a los candidatos presidenciales a explicarle a la ciudadanía cómo renegociarían el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sin nuevos impuestos. En pocas palabras, el mandatario les dijo que si no es por el lado del ajuste en gravámenes (que es la crítica que recibe todos los días su propuesta) qué indiquen si lo harían despidiendo empleados públicos, reduciéndoles el salario o cerrando instituciones.
A media semana se impone balance de los hechos políticos y lo hacemos con la jefa de la bancada del PAC, la diputada Laura Guido. Miércoles 15 de diciembre a las 8 a.m. en los 98.7 F.M. de Radio Columbia y en nuestras vías digitales.