Nos hemos mirado al espejo con ocasión del Bicentenario y no se agotarán las reflexiones sobre el país que construimos, pero tampoco podemos dejar por fuera que la Independencia fue un acto regional y colectivo y que, por eso mismo, la conmemoración debemos verla también en plural.
Conviene ver a Centroamérica porque es nuestro vecindario, nuestro mercado y nuestros socios a veces, pero también para mirarnos en sus realidades y poner el marcador ahí donde no queremos llegar como país.
El momento, decía el Informe Estado de la Región, es preocupante; solo era peor cuando había guerras. Las noticias más recientes solo ayudan a confirmarlo. Hablamos de lo político, de lo social y lo económico, sin que ninguno de estos ángulos permita a Costa Rica sentirse libre de taras, con todo y las ventajas que hemos gozado.
Con esta propuesta comenzamos la semana, después de un fin de semana de pasos adicionales en la conformación de propuestas partidarias para las elecciones del 2022 y, al mismo tiempo, del inicio de una maratón de vacunación que pretende poner freno a la tragedia en que nos sume la COVID-19.
Nos acompaña desde Guatemala el politólogo costarricense Eduardo Núñez, analista internacional y Director del Programa Regional para Centroamérica del Instituto Nacional Demócrata (NDI), además de su colega Gustavo Araya.