Como sucede cada cierto tiempo, algunos sectores han salido nuevamente a promover la idea de que en el país deberíamos lanzarnos a la aventura de explorar y eventualmente explotar petróleo y gas y con ello salir de pobres. Si, salir de pobres, generando muchos empleos y saldando el gigantesco déficit fiscal.
Otros dicen que tal vez no valga la pena entrarle al negocio del petróleo pero que sí podríamos explotar gas natural porque es un combustible de transición y porque, además, nuestras tarifas eléctricas son particularmente elevadas. Lo cual es cierto. Lamentablemente el problema de los costos de la energía eléctrica no se resuelven por la vía de explotación de hidrocarburos.
Volviendo al tema que nos ocupa, para determinar si de verdad existen yacimientos comercialmente explotables de petróleo y gas natural, se requeriría hacer una millonaria inversión (de dólares y años) en investigación geo científica; recursos que el país no tiene. Obviamente, eso implicaría que se tendría que dar la concesión a una transnacional petrolera.
Además hay que aclarar que no hay manera de extraer gas sin extraer petróleo sencillamente porque en la naturaleza se presentan juntos. Sería ilógico (más bien ridículo) que, en la eventual situación de que exista un yacimiento de petróleo y gas natural, la ley solo autorizara explotar el gas natural.
También, hay que recordar que en el contexto de alerta roja emitida este lunes por la ONU ante la gravedad de la crisis climática provocada como consecuencia de la quema de combustibles fósiles, sería altamente contradictorio que un país reconocido mundialmente como líder protector del ambiente, apostara a estas alturas del siglo XXI por la actividad petrolera. Algo que podría debilitar esa imagen internacional tan potente que hace próspera nuestra visitación turística.
Entonces, se trata de proteger el modelo de desarrollo basado en el ecoturismo que distribuye socialmente sus dividendos, se trata de proteger al país y al fisco de negocios sin futuro dado el agotamiento de la era de los hidrocarburos y finalmente, se trata de defender las fuentes de agua que constituyen la verdadera riqueza de nuestro subsuelo, puesto que de acuerdo con la información científica más reciente, somos ricos en agua subterránea. Esa es nuestra verdadera fuente de riqueza.
Con el geólogo ambiental especialista en sedimentología, Allan Astorga Gatgens conversamos en seguimiento de nuestro tema semanal: el proyecto de ley que declararía nuestro territorio libre de extracción de petróleo y gas.