En la tómbola electoral pueden ocurrir muchas cosas y el PAC es parte de las opciones en juego, a pesar de las críticas abundantes y de sus conflictos intestinos que también se expresan en la precampaña por la nominación presidencial.
Las opciones son tres, pero la contienda se ha ido polarizando entre la diputada Carolina Hidalgo, señalada como la continuación del gobierno de Carlos Alvarado y el también legislador Wélmer Ramos, rostro de los sectores que achacan a la actual administración haberse separado del bloque de principios fundacionales del PAC, cualesquiera que éstos sean. Ambas propuestas chocan en forma y fondo, dentro de los límites de lo políticamente correcto.
Hidalgo aspira a ser la primera mujer que lleve la candidatura presidencial de un partido que se presenta como igualitario. Sus tres años como diputada dan para mirar su estilo y prioridades, sin que el momento le ponga fácil la búsqueda de votos. Lo intenta con una larga lista de propuestas y alguna dirigencia territorial que podría resultar decisiva, pero la moneda está en el aire.
La diputada, abogada ramonenses con 39 años de edad, vuelve a nuestro Hablando Claro, ahora en el rol específico de precandidata en sus últimos días para procurar la meta de representar al PAC en febrero del 2022.