La revolución del internet y los celulares…
¿Puede ocurrir realmente algo distinto en Cuba luego de las protestas de este mes? Entre las muchas interrogantes que se han planteado desde las manifestaciones del domingo 11 de julio, esta parece ser epicentral. Después de todo, no es la primera vez que hay protestas en la Isla; las hubo en el 94 cuando también el hambre y la carestía (incluso la muerte por inanición) sacó a la gente sin esperanza a las calles, en lo que se conoció como el Maleconazo.
Entonces ¿cuáles son las diferencias hoy? ¿Qué papel cumplen las redes sociales y el acceso a internet en la vieja realidad cubana de la sempiterna carestía? ¿Cómo perdió el estado (partido-gobierno) el control del espacio público? ¿De qué sirven medidas coercitivas, intentando retomar un control informativo vertical que es a todas luces imposible en el mundo del 2021? ¿Sirve de algo para aplacar las necesidades básicas, volver a autorizar ingreso de medicamentos y alimentos vedados, en valijas, cuando casi nadie viaja a Cuba?
¿Hay espacio para la disidencia interna sin estructuras organizativas y sin apoyo internacional? ¿Cuál es la verdadera situación del régimen frente al descontento popular? ¿Habrá medidas de apertura, en lugar de las infaltables incursiones represivas? ¿Por qué han perdido el miedo los cubanos? ¿Y por qué el presidente de Estados Unidos está atado de manos para eliminar o suavizar algunas de las 240 sanciones que impuso Donald Trump?
Aunque muchos la sentimos cerca, lo cierto es que sabemos muy poco de la Isla. Todo son interrogantes. Nos acercamos a su realidad con el ojo experto del relacionista internacional Carlos Cascante y con el relato testimonial de un tico que no puede ni quiere dejar de ser cubano, el Dr. Rodrigo Marín Rodríguez.