Finalmente, los diputados lograron superar los obstáculos (propios y ajenos) y aprobaron en segundo debate el empréstito que constituye el tronco principal del acuerdo de estabilización financiera con el Fondo Monetario Internacional. Y aunque la mayoría fue incuestionable (44 a 7) todo lo demás que resta para que el negociado del país con el FMI sea una realidad incuestionable, está por verse.
Primero porque el prerrequisito del acuerdo (ley de empleo público) debe pasar no solo el filtro de la Sala Constitucional, sino además el tamiz de los 38 votos en segundo debate. Pero como si esto no fuera ya de por sí desafiante, deberán aprobarse los proyectos complementarios que- quiérase o no- son parte consustancial del empréstito por 1.778 millones de dólares, puesto que si bien es cierto accederemos a la primera erogación con solo la aprobación legislativa del lunes, los subsiguientes desembolsos estarán sujetos a cumplimientos.
Pero no se trata solo de esos desembolsos. Como ya sabemos, el valor de nuestros títulos en el mercado, así como las posibilidades de acceder a otras fuentes de financiamiento, por citar solos dos factores sensibles para nuestra estabilidad, dependen de nuestra capacidad para honrar las metas que nos propusimos.
Y ahí es donde la duda acongoja. La bancada socialcristiana anuncio ya sin sorpresa para nadie, que no avalará los restantes proyectos del acuerdo fondomonetarista. Es decir, el plato sí, pero los ingredientes no.
En plenos aires de campaña, ¿podrían otros partidos sentirse tentados a seguir los pasos del PUSC? Los rojiazules parece resignados a no ganar las elecciones próximas, puesto que si creyeran realmente poder hacerlo no se dispararían en los pies, quedando en precaria situación a partir de mayo próximo. En ese sentido ¿qué harán los liberacionistas, más allá de insistir en que el gobierno no manejó adecuadamente los tiempos y su capacidad negociadora en las sesiones extraordinarias que van llegando a su final?
¿Cuáles son los plazos y cuáles las verdaderas alternativas? ¿Y qué hay de otras premuras dilatadas, como los cambios imperiosos en el régimen de pensiones del IVM de la CCSS? Lo conversamos con el economista Edgar Robles.