"Ya no hay leyes que limiten a Nayib Bukele. Y si las hay, serán irrespetadas, eliminadas o sustituidas. Él es la ley. Puede que millones de salvadoreños aún no se hayan dado cuenta, pero así muere una república y nace un régimen de naturaleza dictatorial".
Así termina un durísimo editorial del periódico digital El Faro, titulado "Así muere la República" publicado en el cierre de una semana aún más dura para el sistema democrático salvadoreño, ahora en manos del popular mandatario que hace solo unos meses se hizo con el dominio total de su Congreso.
Con ese control absoluto del legislativo, Bukele cambió en pocos días la composición de la Corte Constitucional y del jefe de la Fiscalía que investiga (o investigaba) numerosos cuestionamientos contra el Gobierno.
También lo dirigió a elevar las cargas fiscales a los medios de comunicación (¡oh casualidad en estos momentos de fuertes choques con la prensa independiente!) y pasó una ley que da inmunidad ante posibles delitos cometidos y por cometer en el manejo de fondos públicos para atender la pandemia.
Y todo en menos de una semana, con el agravante de que apenas empiezan las acciones autoritarias de un gobernante que había mostrado su desprecio por el sistema institucional y que aun así arrasó en las elecciones. O talvez esa fue la razón. Ahora la comunidad internacional enciende las alertas por el inicio de unos de esos episodios que abundan en la historia latinoamericana de poder desbocado. Se sabe cómo empieza y se sabe cómo termina.
Así está Bukele en las noticias internacionales después de que prometió sacar del juego a "los mismos de siempre", esa frase que conocemos en el glosario electoral aquí en Costa Rica y que allá en San Salvador se refiere a los partidos que medio funcionaron después de la guerra de los años 80. Nos lo pueden contar también muchos ciudadanos salvadoreños que huyeron hacia Costa Rica hace más de 30 años y en la última década.
Este repaso semanal, con el acercamiento de quien ha vivido cerca del poder en El Salvador y la mirada distante desde Costa Rica, lo hacemos en Hablado Claro con la exembajadora Mimí Prado.