Podríamos decir que este martes ocurrió lo de siempre con el informe anual de labores que cada Presidente debe rendir ante los diputados: el mandatario de turno dice que ha hecho más cosas de lo que parece y los opositores se preguntan que de qué país habla; el mandatario evade la autocrítica y los opositores hasta llevan listos los cuestionamientos; el mandatario pide al Congreso acelerar proyectos y los opositores lo culpan de evadir responsabilidades...
Y todos tienen un poco de razón, talvez, pero en las 26 páginas del discurso que leyó el presidente Alvarado (el último ante los actuales diputados porque el próximo será ante un nuevo cuerpo congresional) también hay detalles exclusivos del momento político que vivimos, condicionado por la pandemia, por la crisis fiscal, por el año preelectoral y por los sentimientos de ansiedad o frustración que naturalmente se cocinan en la población. Algo se reflejó al final del mensaje cuando dijo "no importa si simpatizan o no conmigo".
Razón tiene en que hay un apremio fiscal que podría poner contra las cuerdas a quien tome el mando dentro de un año. Puede sonar a amenaza o solo a una advertencia prudente, pero las cifras están ahí y no hay quien las niegue. Por eso ve el acuerdo con el FMI (y su paquete de ajuste) como la vacuna salvadora y la posibilidad de que no avance como el mayor peligro para el país. Lo dijo sacudiéndose de los moldes ideológicos que lo hacen quedar mal con unos y con otros, ni modo.
En frente, la nueva presidenta legislativa lo miraba con escepticismo. Después no se guardó las críticas, mientras el resto de legisladores difundían por sus cuentas los señalamientos esperados. La sinergia entre poderes Ejecutivo y Legislativo, esa que mencionó el presidente, será tan determinante como difícil en esta última legislatura, por más abundantes que sean las tareas.
Mientras tanto, la población mira y opina, mira y evade, mira y toma nota, mira y cuestiona. A unos y a otros. Con la ventaja para los diputados de que ahí las responsabilidades se diluyen entre 57 sillas, aunque con el estímulo de tener que destacar bien si quieren el voto en el 2022, a pesar de los alicaídos partidos políticos.
El contexto y los detalles se imponen después de las jornadas de inicios de mayo. Lo analizamos con la politóloga Gina Sibaja este miércoles 5 de mayo a las 8 a. m. en los 98.7 FM de Radio Columbia. Acompáñenos a comentarlo también en nuestro perfil de Facebook.