Hay temas importantes que solo reciben atención cuando se vuelven urgentes o cuando es demasiado tarde. No queremos que eso ocurra con el marco del desarrollo de las tecnologías digitales que todos los días en el mundo experimentan avance y evolución.
Hablamos del impulso a redes de internet de alta velocidad y de tecnologías de telefonía de quinta generación o 5G, temas que han cobrado relevancia en meses recientes al calor de la pandemia y de la necesidad de acelerar nuevas autopistas de la economía.
Esto involucra novedosas formas de trabajar en sectores como la educación, la salud, la agricultura, la seguridad, el transporte o la multimillonaria y dinámica industria del entretenimiento, como mencionaba el viernes en nuestro programa la presidenta del ICE, Irene Cañas y seguro coinciden otros actores que, sin embargo, critican el enfoque, la lentitud o reticencia del país para avanzar en esa dirección.
El ICE es un actor relevante del Estado en esta discusión (tanto que posee las frecuencias necesarias para desarrollar 5G y no parece dispuesto a despojarse de ellas) pero pasa a ser determinante si el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) omite ejercer de manera activa la rectoría que le compete. Y todo hace indicar que eso está ocurriendo en un ministerio que sigue siendo de segunda línea política y que debería tomar el timón ahora que el tema ha dejado de ser solo importante y se antoja urgente. Vamos 2 años tarde, calcula Adolfo Cruz, vicepresidente de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic).
El asunto nos atañe a todos: empresas que desarrollan o consumen alta tecnología, proveedores de telecomunicaciones, la Superintendencia, consumidores finales, políticos de toda la gama... Por eso mantenemos el dedo en el renglón, preguntamos y aprendemos a la vez. Es lo que haremos con Luis Adrián Salazar, ex ministro del Micitt.