No se puede hablar de desarrollo energético, de digitalización o de telecomunicaciones sin hablar del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), juez y parte porque así dicen las leyes, pero con un factor pasional que también juega su papel.
Eso nos ocurre con la posibilidad de pasar a tecnología de telefonía móvil 5G o de dotar de internet de banda ancha a la mayoría de escuelas colegios, proyectos rezagados y que con la pandemia se han convertido en imperiosos ante los desafíos ineludibles de la vida digital.
El ICE tiene sus motivaciones que no comparten otros actores (competidores, rectores, autoridades, entidades de control beneficiarios...), pero los acuerdos empiezan por escucharse con apertura.
Escuchamos y preguntamos entonces este viernes 9 de abril a la presidenta del ICE, Irene Cañas, sobre las acciones (u omisiones) de la entidad en las urgencias de las telecomunicaciones y en los momentos agitados que también enfrenta el sector energético.