Podríamos pasar del tema y dejar a nuestros colegas de deportes encargarse del sonado juicio de los tres futbolistas Navas, Borges y Ruiz contra dos federativos. Sí, podríamos, pero dejaríamos por fuera su interesante trasfondo social, económico, político y judicial.
Hablar del mundo del fútbol es de cierta manera una conversación sobre política porque ahí hay poder. No por nada se ha dicho que el mayor embajador de los últimos años ha sido el portero Navas, máximo representante costarricense de una industria que mueve muchísimo dinero y dinámicas políticas que también tienen que ver con el ánimo de los países de afición mayoritaria, como el nuestro.
Esto no es nuevo, lo aceptamos. Lo que sí resultó novedoso es que ese poder se trasladara al ámbito judicial y se expresaran ahí honores, cláusulas, supuestos complots y deslealtades alrededor de la Selección Nacional, aquella que nos entusiasmó a todos en Brasil 2014. Sí, estamos en un juicio por lo que se habría intentado hacer o no, siete años después de la proeza y del posterior descalabro que dejó fuera al seleccionador victorioso.
¿Estamos hablando de la judicialización del fútbol como hemos judicializado la política y otras esferas de la convivencia? ¿Expresa ello que todos somos -en efecto- iguales ante la ley o es más bien un incidente de famosos que no debió haber ocurrido?
Así, pisando la línea de la cancha de fútbol, pero caminando sobre el ámbito de lo público y de lo que nos atañe a todos, concluimos la semana #HablandoClaro. Acompáñenos este viernes 19 de marzo con los amigos Carlos Sandoval, sociólogo e investigador, y Juan José Echeverría, abogado, ambos agudos observadores al futbol como juego, como espectáculo y como fenómeno social. Los esperamos a las 8 a. m. en los 98.7 FM de Radio Columbia.