Las medidas de contención para la propagación del SARS-CoV-2 no son hoy una apuesta o un salto al vacío, como pudieron entenderse al inicio de la pandemia. Hoy existen los datos duros, el seguimiento diario y la posibilidad de correlacionar todas las variables socio ambientales y sanitarias para dimensionar qué hicimos (y estamos haciendo) bien para continuar con una curva a la baja en el nivel de contagios.
Por supuesto cuentan las vacunas. Aunque la inoculación no es óptima como pudiera serlo si tuviéramos más existencias semanales, los datos que evalúa el Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica reflejan una reducción promedio de 2,350 casos por semana gracias a la disposición de las dosis iniciales para los dos grupos prioritarios.
Pero hay que analizar el efecto simultáneo que produjeron las otras medidas de contención que estaban (o están aún) vigentes, como el uso de mascarilla, los protocolos sanitarios, la restricción vehicular de fin de semana, la restricción nocturna, el curso lectivo remoto y el horario regulado de las playas. De acuerdo con el Observatorio, para la semana que finalizó el 27 de febrero en la que se reportaron 2.479 casos, el modelo estimó que la aplicación simultánea de las siete medidas generó una reducción en promedio de 22.592 casos con respecto a los 25.071 estimados sin medidas generales de contención.
Para entender la efectividad de la reducción de casos positivos de acuerdo con las medidas, los especialistas señalaron que el horario regulado de playas contribuyó con una reducción de 9.510 casos por semana. La aplicación de lineamientos sanitarios y el uso de protocolos contuvo en casi 20 mil casos la propagación del virus (19.870). Tan efectiva como esa medida, fue la restricción vehicular nocturna que redujo en 19.987 los contagios por semana. Otra medida significativa fue el trabajo remoto de los centros educativos que contribuyó con 11.814 contagios menos y luego con 7.394 y 7.190 respectivamente se ubicaron el uso de mascarilla y la restricción vehicular de fin de semana.
¿Cómo se realizan estas mediciones? ¿Qué tan confiables son? ¿Cómo nos ayudan a dimensionar las responsabilidades sociales e individuales? Lo conversamos con Agustín Gómez y Carlos Murillo del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica.
