Después del durísimo año que vivieron cientos de miles de niños y jóvenes, comienza el curso lectivo 2021 y por tanto la posibilidad de que los estudiantes puedan verse a los ojos entre sí y con sus docentes. Y eso significa muchísimo.
Con la pandemia activa, con peores realidades económicas y con incertidumbre sobre cómo se come eso de "modalidad híbrida" de educación presencial y a distancia. Con protocolos, preguntas y temores, sí, pero también con ilusión por la sentida necesidad de retomar algo de la interacción social y del ritmo educativo que quedaron congelados cuando el curso 2020 apenas empezaba.
Ya ingresaron muchos estudiantes en centros privados y el lunes será el turno de instituciones públicas, con el agravante de la reticencia de un sector del gremio educativo.
¿Es riesgoso retomar las clases presenciales? Quizás todas las actividades lo sean, pero los especialistas señalan que con las debidas medidas sanitarias queda minimizado ese peligro de contagio. Confiemos, pues, en que además de la vacunación se mantenga la desaceleración del coronavirus que se confirmaba con los datos de este martes: el promedio semanal de casos es el más bajo desde agosto. Y eso también tiene un gran significado.
El hecho es sencillo y complejo a la vez. Escuelas y colegios reciben de nuevo a sus propietarios. Las razones son muchas y por eso dedicamos nuestro Hablando Claro al retorno a clases. Con la doctora Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños, y con la educadora Abril Gordienko, activista cívica que lleva meses clamando por la vuelta controlada a la presencialidad.