La última noticia del miércoles nos indica que la Sala Constitucional avaló (por mínima diferencia 4-3) la adhesión del país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un paso casi final para un proceso de años; a la usanza nuestra.
Solo cinco días atrás, Costa Rica anunció la consecución de un acuerdo técnico (preliminar) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un apoyo financiero que incluye medidas fuertes que nos evitarían una quiebra. Así sin eufemismos.
Esto mientras se discuten detalles del proyecto de reforma al empleo público en lo sustantivo, pero también en lo accesorio y ajeno, a juzgar por las reacciones emotivas derivadas de la aprobación de una suerte de cláusula de objeción de conciencia para los funcionarios. Todo esto lo vemos con algún grado de desconcierto, pero desde fuera de las fronteras se mira también con mucho cuidado.
Los mercados financieros y los organismos internacionales toman nota de cada paso que el país da en su economía, en sus finanzas, en su marco jurídico y en su ámbito político.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es uno de esos organismos y su director por Costa Rica es Ottón Solís, que mucho tiene para decir también por su cuenta. Con él conversamos en Hablando Claro.