El 31 de diciembre de 2019, un municipio chino cuyo nombre jamás habíamos escuchado informaba sobre un grupo de casos de neumonía bastante rara. Días después se le identificó como virus nuevo y se le llamó de esa manera que ahora está en el día de a día de las noticias y de las conversaciones de mesa. Era el SARS-CoV-2 causante de la Covid 19 que envolvió al mundo en este 2020 y que lo cambió todo.
No hubo Juegos Olímpicos en Japón, ni Exposición Universal en Dubai. Ni curso lectivo de nuestros niños. No hubo paz en nuestros hospitales ni fuerza humana capaz de evitar la muerte de 1,7 millones de personas en el mundo, más de 2.000 en nuestro país.
El golpe económico hubo de compararse con la crisis de 1929. Y si aquella fue la Gran Depresión, ¿cómo le vamos a llamar a esta que sigue golpeando a las economías de los más débiles? Es claro que la pandemia ha cambiado al orbe y ese cambio no acaba con la sustitución del almanaque del 2020 por el del 2021. Las economías siguen transformándose y la esperanza depositada en la vacuna también se cotiza en bolsa.
La geopolítica se somete a nuevos mapas y se acentúan con cambios suficientemente radicales como el fin de la montaña rusa de Donald Trump en Estados Unidos y la llegada del demócrata de Joe Biden a partir del 20 de enero.
¿Quiénes mandan ahora en el mundo? ¿Cómo se convirtió la vacuna en otro de los instrumentos del "soft power" internacional? ¿Cómo queda el balance de los mercados ante los Estados? Nos obliga la necesidad de hacer un acercamiento desde la política internacional con el profesor Carlos Murillo, experto en relaciones internacionales y director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (UCR).