¿Era el momento? Probablemente, porque aplazar más el anuncio esperando que se aclararan algunos otros nublados del día, no había hecho más que exacerbar ciertos gritos de guerra que francamente no parecían tener mucho sentido. Tampoco estamos para gastar las energías innecesariamente antes de entrar en lo sustantivo. Pero -lo hemos dicho muchas veces- el espacio político es estrecho. Y el mandatario quería -lo reconoce ahora- esperar un poco y por eso puso a su ministro de Hacienda a sudar congojas driblando la pelota, mientras era interpelado una y otra vez.
A decir verdad la declaración de acudir al FMI estaba hecha desde mediados de año. También es cierto que solo pronunciar Fondo Monetario, le pone los pelos de punta a algunos sindicatos que -se repite la película- ya anuncian que van para la calle y seguro irán abiertamente aliados con los que ya probaron que tienen la medida efectiva para los bloqueos.
El otro frente, tanto o más difícil de encarar, será el de los diputados. Algunos ya empezaron a perfilar cuál es el paquete que quieren recibir. O más bien, el que no están dispuestos del todo a admitir.
Por eso es que este es un malabarismo tan complejo. Porque lo que estamos dispuestos a aceptar unos (aunque sea a regañadientes) para otros es sencillamente intragable. Por eso, cuando los sectores empresariales y los expertos en economía se muestran aliviados porque se retoma la ruta al Fondo, se sabe también que sus objeciones comenzarán cuando aparezcan las propuestas concretas.
Aun cuando el Presidente asegura que la iniciativa que enviara esta vez al Congreso sí tendrá balance entre reducción de gasto, ingresos y eliminación de exoneraciones, no cabe duda que habrá muchísima resistencia. Después de todo, tendremos dos paquetes fiscales en tres años; luego de 40 años de haber dejado que las cosas llegaron adonde llegaron. En Hablando Claro conversamos con el ministro de Hacienda Elián Villegas, los economistas Fernando Rodríguez y José Luis Arce y el análisis político infaltable de Gustavo Araya Martínez.