Donald Trump ha hecho lo que hubiéramos esperado de él en estas 48 horas tensas transcurridas desde que se cerró la última urna en Estados Unidos. Nada sorprende, pero todo preocupa porque sus mensajes sí son coherentes uno con otro. Lo que dijo hace un mes con lo que advirtió en la madrugada del miércoles; lo que tuiteó el miércoles con lo que dijo este jueves al anochecer y seguro lo que dirán por muchos meses o quizás años él y muchos de quienes le votaron.
Llega la noche del jueves y parece inminente el cambio de inquilino de la Casa Blanca. Depende solo de unos cuantos votos emitidos por correo electrónico y de conteos desesperadamente lentos en estados como Nevada, Pensilvania, Arizona y Georgia; la tendencia apunta a un triunfo ajustado y la reacción de Donald Trump parece un motivo más para prever la derrota del político que jamás se da por vencido.
En paralelo, la expectativa sobre una mayoría demócrata en el Congreso y una republicana en el Senado, noticias particulares de varios estados e infinidad de lecturas sobre esta división tan marcada en Estados Unidos, las tensiones expresadas en las calles y lo que viene para próximos días y semanas, todo en el marco de una narrativa de "fraude" que Trump y los suyos han querido imponer.
Cerramos entonces la semana electoral estadounidense en nuestro Hablando Claro con el politólogo Alfonso Rojas, costarricenses que sigue cada acontecimiento electoral desde Texas, y con el periodista Eduardo Ulibarri, para observar los hechos y mensajes que el mundo sigue atento.