Mientras vivimos horas difíciles en alerta roja en grandes extensiones de Puntarenas y Guanacaste por el impacto indirecto de Eta, así como situaciones dramáticas también en el resto de Centroamérica, no nos es posible distraer la atención de las elecciones más concurridas de los últimos 100 años de la historia de los Estados Unidos.
El demócrata Joe Biden está cerca de arrebatarle la presidencia a Donald Trump. Cerca. Varios estados claves mantendrán en vilo a esa nación y al resto del mundo mientras el libreto se ha cumplido al pie de la letra. Un final cerrado y un presidente en ejercicio que se resiste a que sean las autoridades electorales estatales las que entreguen sus veredictos. De modo que -al menos en la narrativa- argumenta la batalla de la judicialización del proceso. Aunque para llegar a ello primero llevarán lugar los conteos uno a uno y las impugnaciones.
Las elecciones de la polarización marcan altísima participación de un 67%. Joe Biden ya superó los 71 millones de sufragios. Es el candidato presidencial más votado de la historia. Trump también logra lo suyo, pues lleva ya cuatro millones más de votos respecto de los que obtuvo en 2016. Pero como sabemos los votos populares no ganan elecciones en Estados Unidos; sino que la victoria la obtiene quien alcance los 270 votos electorales de los 538 en juego. El proceso continúa. Y lo analizamos con los especialistas en política Constantino Urcuyo Fournier y Carlos Murillo Zamora.