Un minuto después de anunciada la propuesta de inicio de negociaciones con el FMI ya sabíamos que el Gobierno iba a tener que modificarla. Triplicar el impuesto a la propiedad y tasar absolutamente todas las transacciones financieras eran, por ejemplo, dos puntos de nula viabilidad política.
Pasadas las primeras detonaciones políticas y vigentes las chispas que salen del debate público y de las manifestaciones en las calles, corresponde entonces ver cuáles son los caminos posibles para esa propuesta, qué debe cambiar para que sea potable porque ciertamente la opción "hacer nada" es acelerar el hundimiento financiero.
Las medidas necesarias deben ser variadas y tampoco deben excluirse las de austeridad. Este jueves, por ejemplo, la Asamblea Legislativa aprobó por mayoría el congelamiento de nuevas anualidades para funcionarios públicos.
Ya ha habido reuniones para ese "corte y confección" con diversos actores en el juego del poder, pero solo algunos de esos acercamientos conocemos de manera pública. Dos semanas después, la propuesta al FMI incluiría numerosas diferencias, pero el proceso está en desarrollo y la discusión está lejos de ser sencilla.
Para seguir con los ejemplos: ¿se aumentará el impuesto a la propiedad pero al 0,5% y no al 0,75%? ¿Sería pasable un impuesto nuevo sobre transacciones pero con claras restricciones para evitar trastornos graves en el mercado?
Desde su experiencia como ministro de Hacienda y expresidente del Banco Central en gobiernos liberacionistas, pero también desde la academia y las consultorías profesionales, Francisco de Paula Gutiérrez nos ayuda este viernes a identificar lo posible.
