Como Contralora, como ministra de Hacienda y actualmente como jerarca de tiempo completo en dos superintendencias Rocío Aguilar, no rehuye los desafíos. Por el contrario, parece perseguirlos.
Como contralora, pugnó siempre (entre muchas otras luchas) por resolver el tema del intrincado laberinto del empleo público costarricense, algo que ni en la NASA serían capaces de descifrar. Pero ahí está el nudo sin desenmarañar. Todavía.
Cuando llegó titularísima al equipo económico de Carlos Alvarado cómo jerarca de Hacienda se echó sobre los hombros gran parte de las negociaciones del plan fiscal del 2018. Ganó y perdió. Le doblaron el brazo en varios tramos de la jornada, pero siguió adelante. Y cuando estaba en el proceso pleno de implementación de la ley de fortalecimiento de finanzas públicas renunció al cargo, porque la Contraloría pretendió que el Presidente la sancionara por impedir que el país cayera en impago de compromisos de deuda. Sí, por evitarlo.
Pero duró poco fuera de la cancha pública. Asumió en abril la Superintendencia de Pensiones con el objetivo de devolverle la solvencia al más importante régimen de pensiones del país, el IVM, pero antes entró de lleno en la tarea de darle permanencia al régimen de pensiones complementarias, algo que está a horas de suceder en el Congreso, pues se supone que la otra semana se aprobaría la nueva ley del ROPC. Apenas un alivio en el camino del delicadísimo tema de las pensiones en el país.
Justamente ahora que se proponía buscar más recursos para el IVM nos cae la pandemia y todos los apuros y congojas para sostenerlo se acrecentaron ya. Así que al tiempo que aceptó semanas atrás asumir como recargo y sin salario adicional la Superintendencia de Entidades Financieras, observa con preocupación la obligación nacional de un acuerdo que nos permita acudir al Fondo Monetario Internacional para sostener nuestras finanzas públicas.
Ya le adelantó al Semanario El Financiero que la propuesta del Ejecutivo podría mejorarse. Enfatizando el recorte del gasto. Todavía hay margen, dice. «Reordenar y reducir» instituciones para atacar duplicidades. ¿Dónde? También asegura que hay posibilidades de eliminar otras exoneraciones ¿Cuáles? Y por supuesto, advierte que hay que tener cuidado con el impacto que tendrá sobre personas y empresas el gravamen a las transacciones financieras. Conversamos con Rocío Aguilar, superintendente de pensiones y reflexionamos de cara a un acuerdo nacional.