Parte de las críticas escuchadas hasta ahora contra la propuesta de negociación con el FMI es que el Gobierno no ha expuesto aún las dimensiones del problemón financiero que nos aplasta. Es decir, que el déficit más que superará este año el 9,7% del PIB, como dijeron las autoridades la semana pasada, y esto obliga a mirar distinto las propuestas de soluciones por la vía de los tributos y por la del gasto.
Porque pasado el anuncio del jueves y la primera ráfaga de reacciones adversas -como era de esperarse- se impone una negociación que puede ser de mil maneras, pero que debe cumplir tres condiciones indispensables: viable en lo político (grupos de presión incluidos), alto impacto inmediato en las finanzas y bajos efectos adversos para el plazo mediano y largo.
¿Es posible rebalancear la carga de la medicina para que no sea 80% impuestos y 20% en reducción de gasto? Seguro que sí es posible, pero a costa de qué o de quiénes. Nadie dijo que el trabajo iba a ser fácil, aunque desde algunas trincheras salgan discursos que lo hagan ver como pan comido.
La tarea recae en buena medida sobre la espalda del ministro de Hacienda, Elián Villegas, el tercero de este gobierno y el enésimo que enfrenta apuros fiscales, con la diferencia de que estamos al límite. Tan al límite que vemos a un gobierno de bandera PAC forjando un acuerdo con el FMI, como nadie hubiera imaginado una década atrás. Conversamos con el ministro de Hacienda, Elián Villegas.