Cada 15 de setiembre está enmarcado en un contexto y una discusión particular, pero quizás muchos coincidimos en que este momento supera a casi todas las fechas anteriores, en este cóctel de presión económica, cuestionamientos al entramado institucional y apuros en la convivencia social.
La pandemia lo ha exacerbado todo, claro, pero nuestro mundo ya estaba alterado. Los vemos claro en cada elección presidencial en la que se produce una vuelta de rosca en esa reconfiguración política que se viene acelerando desde las últimas décadas del siglo XX; entendiendo las elecciones como el espacio donde suelen reflejarse muchos de los cambios sociales, de las demandas y de las conquistas que también hemos sabido empujar adelante. Cada Gobierno y cada Asamblea Legislativa, por tanto, expresan también esas nuevas realidades que tanto nos representan aunque poco queramos vernos al espejo.
En todo caso cuesta mucho hacer comparaciones. Son mundos distintos y son pocos los dirigentes que han construido en más de uno de ellos. Por eso tiene tanto valor contar con el ingeniero Rodolfo Méndez Mata en el mismo cargo que ejercía en 1980, hace 40 años. Es una voz repleta de experiencia y autoridad más allá de las carreteras y los puentes, más allá de las banderas partidarias, más allá de las generaciones.
Con la mirada particular de Méndez Mata sobre la manera en que construimos país abrimos nuestra semana en #HablandoClaro en un afán de reflexión y sana comparación, para recoger lecciones y apuntar a las tareas pendientes en ese trabajo enorme del desarrollo.